Mientras el mundo se mantiene en vilo ante la búsqueda del submarino perdido con 5 tripulante a bordo cuando se dirigía a explorar los restos del Titanic en el fondo del Océano Atlántico, han surgido muchas incógnitas sobre el estado de salud de los pasajeros.

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Y es que desde muy temprano se hizo oficial que el sumergible se habría quedado sin oxígeno durante las primeras horas del jueves, comprometiendo la vida de los tripulantes.

Hasta el momento se desconoce qué le habría ocurrido al sumergible, sin embargo, surge la interrogante de cómo habrían sido los últimos minutos de sus ocupantes.

El cuerpo sin oxígeno

De acuerdo con expertos en medicina hiperbárica de la Universidad Memorial en St John’s, en Canadá, conforme comience a escasear el oxígeno en el sumergible, aumentarán los niveles de dióxido de carbono.

Este proceso provocaría que el CO2 se convierta en una especie de sedante, y después en un gas anestésico que dormiría a las personas a bordo.

Sin embargo, existe la posibilidad de que esto no hubiera ocurrido y que la tripulación ya haya muerto, como lo pronosticas buzos experimentados, debido a las condiciones en las que se encuentra el submarino.

Otro posible escenario es la hipoxia cerebral, que, de acuerdo con MedlinePlus, ocurre cuando no llega oxígeno suficiente al cerebro y ocurren en diversas situaciones, como asfixia, grandes alturas, presión sobre la tráquea, sofocamiento, inhalar humo o intoxicación con monóxido de carbono.

Y es que las células cerebrales son muy sensibles a la falta de oxígeno y comienzan a morir en menos de cinco minutos después de la interrupción del suministro de oxígeno, lo que provoca muerte o un daño cerebral muy grave.

Además, la pérdida completa del suministro de oxígeno también ocasiona anoxia que se define como la privación total de oxígeno a los tejidos del cerebro que se produce por una falta de flujo sanguíneo o contenido bajo de oxígeno.

¿Sobrevivirán?

Aunque se han encontrado restos de lo que podría ser el sumergible, aun no se tiene certeza de lo que ocurrió con los pasajeros, quienes podrían seguir vivos dependiendo de sus condiciones.

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Sin embargo, es importante recordar que se encuentra en medio de la nada, a bajas temperaturas, sin luz y a una presión hidrostática impresionante que dificulta su rescate.

La hipotermia, falta de oxígeno y acumulación de dióxido de carbono puede hacer que disminuya la capacidad de la tripulación de ponerse en contacto con la misión de rescate.

Historia de B. Rodríguez /EXCELSIOR